DOMINGUERO

Viajes de fin de semana con origen en Pamplona

26.10.04

43/2004-LUMBAGO-Huesca

Lumbago no es esta vez ningún lugar que haya visitado. Es el maldito lumbago el que me ha visitado a mí. El pasado lunes debí haberme sentado mal en la cafetería durante la pausa del café y, al levantarme, advertí que el mal ya estaba hecho: no podía enderezar la espalda del dolor.

El viernes estuvimos seis cenando el menú del Café Iruña y, de las muchas opciones del menú decidimos compartir unos primeros platos variados: pimientos del piquillo, foie, ensalada con gulas, cocktail Iruña, jamón y revuelto de ajos. Mi merluza rellena también estaba muy buena y no oí ninguna queja del resto de los platos. Hubo quienes ya no quisieron postre y creo que los que pedimos canutillos de crema con chocolate acertamos. Terminamos sin dificultad las dos botellas de vino de la casa que incluía el menú, un crianza de Navarra muy correcto, y tras los cafés la cuenta se quedó en 22 euros por cabeza. Parte del éxito de la velada corresponde a Sandra, la camarera que nos atendió y nos orientó cuando hizo falta.

Durante la cena y la sobremesa hablamos de todo un poco en un ambiente relajado y cómodo, y después buscamos un sitio tranquilo para tomar algo: el bar Malkoa. Y de ahí nos retiramos.

El sábado recogí a Luis a las 8:30. El lumbago, sin ser ya un gran dolor, me seguía molestando seriamente y yo no estaba para caminatas. He descubierto que el asiento del coche es mucho mejor que la silla del trabajo o el sofá de casa y por eso mantuve la excursión, aunque sin intención de andar mucho. Propuse aprovechar para visitar el interior de San Pedro el Viejo y de la catedral de Huesca. Fuimos por Jaca y Sabiñánigo y aparqué cerca de la nueva estación intermodal, apartándome de la zona azul, y camino del centro encontramos abierta la basílica de San Lorenzo. Es un gran edificio en ladrillo, de estilo barroco, del que encontrarás reseña y fotos en http://www.cruzblanca.org/sanlorenzo/2/22/.

A las 11:40 ya estábamos en San Pedro el Viejo, pero nos encontramos con que se iba a celebrar una boda a las doce y para entonces deberíamos estar fuera. Optamos por una visita rápida, mejor que nada. Los capiteles del claustro, de gran fama, no estaban bien para fotografiar: unos habían sido reemplazados por copias, parte de ellos recibían un sol directo demasiado fuerte y, sobre todo, no disponíamos de tiempo ni para un vistazo rápido. Tendré que volver una vez más. La iglesia tenía zonas demasiado oscuras, que quedaron para ocasión más sosegada. En la parte positiva estaban los ensayos de la soprano y la organista contratadas para la boda. A punto de dar las doce salimos, atravesamos el grupo de invitados que aguardaban a la novia, y subimos hacia la catedral. Cuando, a los pocos minutos, empezaron a ensayar otra soprano y otra organista, pensé que iba remolcando un cargamento de mala suerte. Afortunadamente la cosa quedó en bautizo y no tuvimos que salir.

Aprovechamos que la oficina de turismo -situada enfrente- estaba abierta para preguntar por el monasterio de Casbas antes de ir a visitarlo. Tras darme los papeles que se referían a él, la encargada de la oficina me dijo que estaba cerrado y no se podía visitar, ahorrándome unos kilómetros y un gran bochorno. Decidimos iniciar el regreso parando a comer en el hotel Villa de Ayerbe, pero nos encontramos con que, por vacaciones del personal de cocina, aquello iba a ser imposible. Su responsable, muy profesional, nos informó de los otros restaurantes de la localidad y no quiso recomendar ninguno por encima de los otros. Leímos el menú de "El rincón del palacio" y seguimos buscando. El del restaurante "Las piscinas" era más pobre y el último, "Floresta", resultó el más satisfactorio:
Primeros: Judías pochas con perdiz - Menestra de verduras - Lasaña de espinacas y atún - Ensalada de queso de cabra y vinagreta de frambuesa - Berenjena rellena de siithake.
Segundos: Bacalao en salsa de boletus - Salmón al horno con salsa de queso - Emperador a la parrilla con aceto balsámico - Civet de ciervo con salsa de trompetas - Carrilleras de ternera al Pedro Ximénez - Confit de pato con salsa de arándanos.
Postres: Mousse de café - Semifrío de fresa - Tarta de cuajada con mermelada de moras - Arroz con leche.
Pan y agua 13'50 iva incluido.

La menestra de verduras tenía un sabor muy logrado y mi berenjena rellena no me defraudó. El bacalao en salsa de boletus me tentaba pero comí pastel de coliflor y bacalao, que nos ofrecieron aunque no aparecía escrito en el menú. Luego pregunté por el semifrío de fresa, pero era el primer día de trabajo de la camarera y no supo decirme qué era. Lo pedí para descubrirlo y vino una especie de mousse de fresa con chocolate templado por encima. El vino era bueno para conducir, tan ácido que pasarlo sin gaseosa requería esfuerzo. Bebí poco y muy rebajado. A la hora de la cuenta saltó la sorpresa: a los 27 euros de los menús se sumaban 2'20 de los cafés, 3 del vino y 0'36 del IVA, total 32'56. Una segunda lectura de la carta al salir lo dejaba muy claro: se incluía pan y agua, y no se mencionaba ningún vino.

Seguimos viaje y, poco antes de Murillo de Gállego, tomamos una carretera local para entrar en Agüero. A 5 km. de la carretera principal, la vista exterior de sus dos iglesias románicas compensa con creces el desvío. Los Mallos de Agüero, como paisaje natural, no tienen nada que envidiar a los de Riglos, y otro día haremos a pie los otros 5 km. de la pista que sube de Agüero a San Felices. La iglesia de Santiago está aislada en el monte, quizás por eso su portada esté mucho mejor conservada. El tercer capitel del lado izquierdo tiene una bailarina igual de contorsionada que la Salomé del claustro de Alquézar y sólo de verla creí que empeoraba mi dolor lumbar.

Estaba invitado a cenar en casa de un amigo, y allí me presenté. Otros que llegaron
después se habían pasado a recoger la comida previamente encargada: sushi como para veinte personas que nos íbamos a comer entre siete. No había ningún error, sino el conocimiento que la ración prevista en la tienda china es de cuatro trozos de sushi por comensal. Encargando el triple sobró un poco. Había también un buen vino, creo recordar que era un reserva chileno, y para postre dátiles y unas piezas de gelatina de color morado. No estaban malas, pero no tuvieron éxito. Y, tras los postres, descubrimos el carambol, que es un juego de mesa que guarda alguna relación con el billar. Se juega sobre un tablero cuadrado de unos 80 cm. de lado con unas fichas que recuerdan a las del juego de damas. Además de las blancas y negras hay una roja, y otra un poco mayor que se emplea para golpear a las otras, y que se impulsa golpeándola con un dedo. Se trata de que impacte contra las fichas blancas o negras (cada equipo tira contra un color) de manera que caigan a unos agujeros situados en los vértices. En los primeros lances cuesta hacer carambolas, pero pronto se consigue acertar mejor con los golpes. Lo de dirigir la ficha golpeada hacia los agujeros es más complicado, pero a base de intentarlo también se logra. Tras varias partidas un taxi me llevó a casa por 10'80.

El domingo a las nueve recogí a un nuevo pasajero. Estaba alojado en una pensión de la parte antigua, que resultaba muy céntrica y mucho más económica que los hoteles de tres y cuatro estrellas de la zona, y aunque entonces no se lo mencioné me pareció un detalle digno de elogio. Después recogimos a Maribel, finalmente a Sos, y nos fuimos de excursión. Paramos en Olite y dimos un breve vistazo al exterior del castillo, la portada de la iglesia y la nevera del S. XVII. Hicimos una parada más larga en Ujué, donde visitamos la iglesia-fortaleza y callejeamos un rato contemplando la arquitectura popular. Unas pequeñas nociones históricas y algunas imágenes las puedes encontrar en http://www.geocities.com/CapeCanaveral/Lab/5888/violenci1.htm

Con pan que llevábamos preparamos unos bocadillos y seguimos viaje hasta Sangüesa, donde paseamos entre la iglesia de San Salvador y la de Santa María la Real, y entre medio vimos el palacio de Vallesantoro y otros dos más de la calle Mayor.
http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/obras/9386.htm

Seguimos por Javier y nos detuvimos un momento para contemplar el castillo desde el coche.
http://www.unav.es/arte/cmn/sanguesa/sanguesa2/lam1.html
Hicimos otra pequeña parada para ver las ruinas del balneario de Tiermas y seguimos por Puente la Reina de Jaca. Entre el Embalse de La Peña y Murillo de Gállego el paisaje estaba en lo mejor: la carretera sigue el recorrido sinuoso del río Gállego, encajonado entre montes, y en las laderas destacaban entre los árboles verdes algunos con distintos matices amarillos, anaranjados y rojos. En ese entorno, mientras disfrutábamos de amena conversación, tuvimos noticia de un personaje curioso de la ciudad de Manizales (Colombia), Aparicio Díaz, que se hizo rico con el negocio de las pompas fúnebres y a quien siempre acompañó un peculiar gusto poético. Supimos que una vez en el escaparate de su "Funeraria La Equitativa, Cultural y Deportiva", junto al género expuesto, se podía leer "Mire bien este ataúd / porque puede ser para Ud.". http://www.lainsignia.org/2000/mayo/cul_017.htm ofrece más detalles. Yo traté de corresponder con la leyenda de la campana de Huesca.
(http://www.aragoneria.com/historia/campana.htm
La campana de Huesca : (crónica del siglo XII) Antonio Cánovas del Castillo ; prólogo de Serafín Estébanez Calderón (El Solitario) http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/23582619102359728511191/index.htm)
Otro sucedido, y éste de plena actualidad, es la aparición en una telenovela de un personaje "malo" llamado Ramiro Bejarano. Se da la circunstancia, y parece que no casual, que Ramiro Bejarano existe en la realidad y es un columnista que no parece gozar de las simpatías de los responsables televisivos.
Puedes leer la noticia en http://www.elespectador.com/2004/20040822/television/nota1.htm y saber algo más sobre Ramiro Bejarano en http://www.revistapoder.com/NR/exeres/DEFF607D-3A6E-4DE7-83EA-88777A017395.htm

Paramos en Ayerbe y encontramos cerrado el restaurante Floresta. Fuimos a "El rincón del palacio", nos pusieron las cartas (donde figuraba un menú por encima de los 20 euros) pero esquivamos el gasto exagerado preguntando por el menú del día expuesto en la puerta, que no se alejaba de los 12. Las sopas de pescado olían bien, los espárragos con jamón tenían muy buena pinta y la ensaladilla rusa estaba buena y presentada con lechuga y un langostino. Albóndigas, ternera y merluza tenían en común un acompañamiento de patatas fritas, pimiento del piquillo y puré dulce, posiblemente con mermelada de ciruelas. No estaba mal. Bebimos vino de conducir, un "Monteviejo Restauración Tinto" con tapón de plástico, al que algunos caldos envasados en cartón superan en calidad. Por suerte, la gaseosa era de litro. La cuenta rebasó los 60 euros.

Hacia las cuatro y media ya habíamos aparcado junto al castillo de Loarre (http://www.castillodeloarre.com/). Lo visitamos con cierta calma a lo largo de la siguiente hora. Nos aprovechamos de la profesión de arquitecto de nuestro acompañante para aprender sobre el terreno algunas cosas sobre construcción en piedra.

Abandonamos el castillo cuando estaban a punto de cerrar y afronté el regreso por Huesca, Sabiñánigo y Jaca. Es un camino más largo, pero de mejor carretera. Además ofrece como ventaja el cambio de paisaje, del llano de la Hoya de Huesca a la vista de las cumbres pirenaicas desde el puerto de Monrepós. Durante unos pocos minutos llevé a todos mis pasajeros descansando plácidamente con los ojos cerrados. Pero más fuerte que esa pequeña incomodidad era la constatación de que no veían peligrar sus vidas mientras yo conducía. Luego, ayudados por las curvas, fueron regresando gradualmente. El sol se ponía cuando pasábamos por Jaca, y seguimos sin parar hasta Pamplona. No era demasiado tarde y, tras un par de breves gestiones relacionadas con el viaje, fuimos al restaurante oriental de la calle Irunlarrea, donde esta vez, para no dejar lugar a equívocos, pedí el menú vietnamita para tres personas sin levantar el dedo de la posición exacta de la carta. Lo acompañamos de un crianza de Navarra para enjuagar el vino ácido de la comida, y salimos por 45'20.

Con la perspectiva de embarcar una hora antes que el vuelo de las siete de la mañana nos retiramos sin estirar mucho la velada. Quedé muy gratamente impresionado por nuestro visitante, pero no voy a detallar aquí mis elogios para que no crezca demasiado esta crónica.

El sábado recorrimos 285 km. y con los del domingo el fin de semana quedó en 717.

19.10.04

42/2004-Boda

Esta vez ha salido un fin de semana diferente.

Según lo previsto salí el jueves al campo. Dejamos los coches en Unzué y caminamos un rato por la zona. No había setas ni mucha variedad de plantas, pero vimos madroños y comimos eligiendo los frutos más maduros. Era la primera vez que los comía en su punto y estaban deliciosos, pero no llegué a comer una docena, porque tenía que conducir a la vuelta.

Más sobre el madroño en http://www.internatura.uji.es/guias/arbustos/madronyo.htm, donde se dice claramente que "Los frutos son comestibles, pero si son consumidos en abundancia provocan dolor de cabeza y pueden llegar a emborrachar por su contenido alcohólico (Con ellos se preparan bebidas alcohólicas).", y bastante más en http://es.wikipedia.org/wiki/Arbutus_unedo

El viernes llovía por la tarde. Cuando llegué a Tiermas seguía lloviendo a ratos, pero dentro del agua caliente la lluvia no molestaba. Gracias a un pelmazo que se apegó no se me hizo duro abandonar el agua para acudir al concierto, salí antes de lo necesario y así pude aparcar en casa y subir al auditorio en bus. Tocaba la Orquesta Pablo Sarasate y cantaba María Bayo. La orquesta suena bien pero su página desafina mucho: dice que está en construcción pero en realidad está parada http://www.orquestapablosarasate.com/
Hay una entrevista a María Bayo en http://www.orfeoed.com/entrevistas/en12.asp y otra más extensa en http://www.goldbergweb.com/es/magazine/interviews/2004/02/20206.php
El programa del viernes se iniciaba con Martín y Soler y luego se dedicaba a Mozart, con las oberturas y algunas arias de "Las bodas de Fígaro", "Idomeneo" y "Don Giovanni". Gracias a nuestros aplausos obtuvimos dos piezas fuera de programa.

El sábado se casaba mi primo R. La novia, estaba guapísima con su vestido blanco de tirantes (con cualquier cosa habría estado guapa, lo que más le adornaba era su sonrisa y su expresión radiante), para el que no salió el día adecuado: estaba lluvioso y fresco. Comimos en el Mesón Egüés, prescindí de las copas y tras el baile llevé de regreso a mis padres y a otros tíos. Dejé el coche en casa, pasé las fotos al ordenador y grabé un CD con el que me presenté en la fiesta privada del bar Tresde y se lo entregué a la hermana del novio. Y, a partir de ahí, sin preocupaciones de coche, aguanté hasta que el ambiente fue decayendo y luego fui con el primo de edad más próxima por varios locales del casco viejo.

El domingo me levanté a mediodía. Tenía intención de salir de excursión y terminar bañándome, pero finalmente me quedé en el sofá delante de la tele.

14.10.04

41/2004 y puente del Pilar

El viernes a la noche habíamos quedado para ir al cine. Se ha celebrado un festival de cine en Pamplona, y era el estreno en Europa de "El Rey". Acudimos varios pamploneses y colombianos a ver una película que narra la historia de un narcotraficante desde sus comienzos en los años 60 hasta su final en un ajuste de cuentas. Poco antes de la proyección su director presentó la película, luego la disfrutamos y después, en la terraza de la Cervecería Tropicana, en la plaza del Castillo, vimos cómo Antonio Dorado y su grupo eran atendidos antes que nosotros pese a haber llegado minutos después. El camarero, que era al mismo tiempo el encargado de la plancha y el dueño, ante mi protesta se excusó diciendo que había servido primero a los extranjeros? ¿sería que los de nuestro grupo mixto estaban ya integrados ejemplarmente?. Tras las hamburguesas de la Tropicana fuimos al Malkoa y nos retiramos a una hora prudencial.

Finalmente he podido ver la página oficial http://www.peliculaelrey.com/ , que ha estado temporalmente desactivada. Hay bastantes referencias a ella en internet, entre ellas:
http://www.colombia.com/entrevistas/autonoticias/DetalleNoticia368.asp
http://sintesis.univalle.edu.co/2004/junio2004/peliculaelreye.html
http://eltiempo.terra.com.co/cine/noticias/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-1762044.html

El sábado recogí a Luis y nos dirigimos a un lugar que atrajo mi mirada el domingo anterior. Había visto aquellas ruinas, sin distinguirlas muy claramente, en otras ocasiones. El domingo las miré de nuevo tratando de saber desde dónde se podría llegar, y después busqué por internet.

Paramos a almorzar en Murillo de Gállego, en un establecimiento a pie de carretera llamado Los Mallos (o algo parecido). A falta de pinchos nos apañamos con un bocadillo de tortilla de jamón partido en dos trozos, y seguimos hacia Ayerbe. Allí tomamos una carretera que se dirige a Loarre, pero antes nos desviamos hacia Sarsamarcuello y Linás de Marcuello. Aparcamos en Sarsamarcuello y de acuerdo con las indicaciones de un vecino tomamos una pista que sale del pueblo. Las marcas de sendero no están nada claras y siguiendo las marcas abandonamos la pista y, con algunas vacilaciones y campo a través subimos hasta lo que fue el castillo de Marcuello y del que apenas queda una de las paredes de la torre. Muy cerca está la ermita de Nuestra Señora de Marcuello, del S. XII con añadidos del XVII. A menos de 200 metros está la ermita de San Miguel, también del S. XII, del que se conserva el ábside y un tramo. A este ritmo no llegará al siglo XXII, porque la bóveda carece de tejado y la vegetación crece entre los sillares. Aparece también otro deterioro, originado por algunos animales de dos patas: inscripciones, dibujos y disparos que son mucho más evidentes que las marcas de cantero. Cerca del panel informativo, en la roca viva que aflora en el suelo, se pueden ver varias inscripciones, entre ellas: "A. Binué y P. Ibon AÑO 1950", "R. [corazón atravesado por una flecha] G. 3-5-1950", y la más antigua, "MARCUELLO AÑO DE 1813". Recuerdo cierta máxima que aprendí en mis tiernos días de escolar, "El nombre de los tontos aparece en todas partes", referida a esta afición a dejar esa huella contaminante para la posteridad. Escultores que sobreviven a su tiempo hay unos cuantos, pero estúpidos que estropean piedras hay infinidad, y cada día más.

Regresamos al pueblo por la pista, viendo que es apta para vehículos. Nos presentamos a comer al hotel Villa de Ayerbe, del que guardábamos buen recuerdo (www.hotelayerbe.com). Nos pusieron una mesa en el salón y comimos después de haber esperado un rato para acomodarnos. Era tarde cuando llegamos y no tengo queja en ese sentido. Había de menú del día:
ENTRANTES: Fritada aragonesa - Alubias con chorizo - Menestra de verduras - Fusili con senderuela.
SEGUNDOS: Chuletas de cordero - Pollo a lo chilindrón - Carrilleras con setas - Mero a la plancha.
POSTRES: Flan - Natillas - Arroz con leche - Fruta - Helado - Mousse de yogurt
Y todo eso por 12'30 IVA incluido.
Como no estoy recogiendo setas las elegí del menú, y los fusili con senderuela estaban buenos y abundantes. También me supieron buenas las carrilleras con setas, y las chuletas de cordero no decepcionaron. Helado y mousse de yogurt.
Mención aparte merece el vino, qué lástima dejar casi media botella. Copio la etiqueta para acordarme y, algún sábado que pasemos por la zona, coger una caja. O si alguien va antes y le cabe en el coche, que me traiga unas botellas. Nos pusieron VIÑA COLLADO Tinto 2003, elaborado, criado y embotellado por CRIANZAS Y VIÑEDOS SANTO CRISTO S. COOP. AINZON, de la Denominación de Origen "Campo de Borja". La literatura de la contraetiqueta está casi tan bien como el sabor del vino: "Azotados por el cierzo y bañados por el sol, CRIANZAS Y VIÑEDOS SANTO CRISTO está situada en la vera del MONCAYO y en la ribera del río Huecha. A una altitud media de 540 m, las distintas zonas de cultivo del viñedo y sus diferentes tipos de suelos aportan al vino complejidad y personalidad. VARIEDADES: Garnacha y Tempranillo. CATA: Color rojo guinda y tono violeta. Aromas afrutados intensos a frambuesa y mora, equilibrada acidez y paso en boca muy agradable y persistente. Se recomienda consumir entre 16 y 18ºC. www.bodegas-santo-cristo.com"

Con los cafés y la gaseosa la cuenta llegó a 28'24, pero comimos mucho mejor que en sitios un poco más baratos.

Dimos un paseo por Ayerbe y hacia las cinco y media emprendimos el camino del baño. Allí coincidimos con algunos habituales y con el grupo formado por María Elena, Carmen, Merche y Maribel que habían ido directamente desde Pamplona. Disfrutamos del agua y un poco de las estrellas y volvimos con los dos coches juntos.

El domingo salí solo. Arranqué más tarde e hice la primera parada en Barásoain. He pasado muchas veces junto a Barásoain y Garínoain, y me sorprendió la calidad de los edificios. Pasé un buen rato haciendo fotos de las casas, las puertas y los escudos de armas. Tan entretenido estaba que se me fue hora y veinte en tan poco espacio

Luego seguí hasta Olite y tomé el cruce hacia San Martín de Unx, y desde allí me desvié hacia Ujué. Se acercaba la hora de comer y un restaurante que hay cerca del cruce ofrecía un "menú fin de semana" por 18 euros. Decidí buscar algo más económico. Ujué estaba lleno de turistas. Aparqué en las afueras y anduve un poco. Llegué poco antes de la una y media, y me dio la bienvenida el panel del "Mesón Las Migas", con un plano de situación, la carta y ninguna mención al menú del día. También había un cartel aclarando que el otro establecimiento del pueblo no era el único que hacía migas para el día de las migas? vamos, que entre ellos no hacen buenas migas. El Mesón Las Torres también tenía la carta en el exterior, con unos precios altos en euros y al final una coletilla: "Existe un menú de la casa al precio global de 3.500 ptas.", y ya vi que aquello no iba conmigo. Anduve por todo, visité el interior de la iglesia y fotografié portadas y capiteles. Abandoné el pueblo a las tres menos cuarto, con la hora bastante justa para comer. Regresé al cruce y seguí hacia Aibar. Entré en "El Perrillas" y al pasar al comedor vi que había mucho sitio. Pero el joven que había allí, mientras andaba en dirección a mí venía moviendo la cabeza de izquierda a derecha. Y me dijo que le "habían dejado sin pan". A mí me dejó sin palabras aquella falta de profesionalidad y seguí camino hacia Sangüesa. El Acuario, como de costumbre, ya no servía comida a esas horas. El Ciudad de Sangüesa, donde en el pasado porfiaban que daban de comer tarde porque a la dueña no le gustaba dejar a nadie sin comer, había una chica bajita y morena que, con dulce acento centroamericano, puso como pretexto a la cocinera y no obtuve nada más. Finalmente entré en el 1920: me advirtieron que algunos platos se habían agotado y me dijeron lo que quedaba. Naturalmente, me pareció bien y pedí ensaladilla rusa y San Jacobo con patatas fritas. Luego me di un paseo viendo con detalle algunos edificios notables: los restos del castillo, el ayuntamiento, algunos palacios y casas de la calle Mayor y tres iglesias (Santiago, http://cvc.cervantes.es/actcult/camino_santiago/segunda_etapa/sanguesa/iglesia_de_santiago.htm , San Salvador, S. XIII, y Santa María la Real, http://cvc.cervantes.es/actcult/camino_santiago/segunda_etapa/sanguesa/santa_maria_la_real.htm), y pude entrar a ver Santa María la Real por dentro. Después de las seis me dirigí al baño termal, que abandoné hacia las ocho para llegar a Pamplona a tiempo para una cena. Al coger el móvil para ver dónde era me encontré con una llamada perdida y un mensaje diciendo que la cena se cancelaba.

Para el lunes 11 había quedado con Maribel y Sos para ir a Alquézar. Este había pasado mala noche, con problemas digestivos. Como su autonomía había quedado severamente limitada se quedó en casa. Finalmente me acompañaban Maribel y su marido, y en líneas generales mantuve el plan propuesto, introduciendo algunas pequeñas variaciones.

Fuimos hasta Puente la Reina de Jaca y, sin detenernos a almorzar, tomamos la carretera de la derecha, hacia Huesca por Ayerbe. Al pasar por un cruce los carteles hacían creer que en Villalangua había importantes atractivos históricos, así que mordí el anzuelo y entré. No vimos nada interesante (se mencionaba conjunto arquitectónico del S. XVIII, pero todas las casas aparecían muy renovadas), aunque el paisaje natural guardaba algunas sorpresas. He encontrado para otro día una propuesta de excursión en http://www.inazio.com/01d20894ad125cc0d/01d2089349058d001/, y otra para bicicleta que no pienso abordar, pero en la que se ofrece alguna información sobre la zona http://www.geocities.com/colosseum/field/3844/rutas45.htm, y una página más comercial es http://www.reinodelosmallos.com/

Al llegar a Ayerbe repetí el recorrido del sábado: cruce hacia Loarre y desvío hasta Sarsamarcuello, pero esta vez entré con el coche en la pista, dejamos atrás el castillo y llegamos hasta el "Mirador de los Buitres". El último tramo es más pedregoso, bastante desagradable para las suspensiones, pero pasamos sin dar con los bajos en el suelo. Hay un panel informativo, una barandilla y un observatorio hecho de piedra y cemento. Además de un vasto paisaje se ven desde allí los buitres que planean y los escaladores que trepan por los Mallos de Riglos. Algunas vías de escalada aparecen marcadas con un tono de color más claro, de la misma manera que se distingue el camino de las hormigas sobre la tierra seca. Tras disfrutar del paisaje durante un cuarto de hora, a las doce menos cuarto fuimos a ver el castillo y la ermita, que abandonamos a las doce y media. Seguimos, rodeamos Huesca y al pasar junto a Siétamo entramos hasta Castejón de Arbaniés, donde apenas había unos pocos elementos interesantes de arquitectura popular en algunas casas. Continuamos el viaje y la pasajera de atrás estiró el cuello y dejó la cabeza apoyada en el respaldo. El copiloto inclinaba la cabeza hacia delante a distinto ritmo que las frenadas, y pronto vi que también viajaba entre sueño y sueño. De vez en cuando abría los ojos, echaba un vistazo y volvía a ausentarse. Esta situación me aburría por una parte, pero por la otra me llenaba de satisfacción: llevaba a mis pasajeros tan tranquilos, confiados y relajados que se me dormían, suavemente mecidos por las curvas y arrullados por el motor. Finalmente llegamos a Alquézar, aparqué y nos dirigimos rápidamente a Casa Gervasio. El comedor de abajo estaba completo, pero como ya sabíamos que hay otro más arriba esperamos a que saliera alguien de la casa y preguntamos. Subimos a través de la cocina y arriba la camarera eslava nos acomodó. Para las tres menos veinte teníamos sobre la mesa la bandeja con jamón, queso, chorizos y paté. El pan, vino y gaseosa habían llegado poco antes. Nos entregamos a aquella comida pantagruélica con deleite (para eso habíamos prescindido del almuerzo), y pronto vino la bandeja con los rollos de paté, queso y pasta de rebozar. Luego llegó la hora de elegir, y la fideuá con langostinos estaba deliciosa. Después trajo una bandeja de cordero al chilindrón, y luego otra de costillas de cordero. Aunque no las pudimos terminar aún nos preguntó si queríamos más. De postre tomamos helado/pastel ruso, y después del postre pastas de coco y almendras. Tras el café/infusión pedimos como chupito orujo de hierbas y nos dejaron los tres vasitos y la botella de Martín Códax ("Elaborado exclusivamente a partir de bagazo de Albariño procedente dos viñedos de Bodegas Martín Códax, mediante o tradicional método de destilación por arrastre de vapor. Conserva o característico aroma do varietal, con tonos dulzóns e de froitos pasificados que o fan goloso en boca, ardente, estructurado e con recordos de regaliz."). Tras la comida hicimos la visita a la fortaleza y colegiata, pero esta vez ya no estaba la guía que yo conocía. En su lugar había un guía con pinta de bruto reconvertido. Usaba su bastón a modo de puntero, pero empuñado de una forma que más parecía amenazar que señalar. El grupo de visitantes era especialmente numeroso y me dediqué a hacer fotos a mi aire mientras a ratos escuchaba de fondo las explicaciones. A las seis y cuarto abandonábamos la colegiata y estuvimos un rato callejeando y comprando recuerdos para los hijos. Poco antes de las siete estaba el coche en marcha y a las siete y veinte, a punto de entrar en la carretera general, paré a hacer unas fotos de la puesta del sol.

Al pasar junto a Huesca había muy poca luz y regresamos por el puerto de Monrepós, Sabiñánigo y Jaca. Serían cerca de las nueve y media cuando pasábamos por Tiermas y bajamos al baño termal. Había muchísima gente, más que cualquier día de entre semana con sol, y nos dimos un baño breve que terminaría hacia las once. Supongo que al pasajero que no quiso bañarse se le habría hecho algo más largo?

Y del agua, a casa.

El martes no había quedado con nadie. Estaba buen día y Merche me acompañó. Salimos tarde y hacia las doce menos cuarto comió un bocadillo grande de tortilla en Liédena. Al pasar junto a Tiermas se quedó en el agua y yo seguí camino en busca del Valle del Garona, que se menciona en una hoja de promoción turística. Ahí se llega desde el puerto de Monrepós, saliendo hacia Arguís. Eran casi las dos menos veinte, y los carteles daban a entender que habría sitios para comer dentro del valle, así que dejé atrás un par de restaurantes en Arguís. Por una carretera muy estrecha y revirada llegué a Bentué de Rasal poco después de las dos. Ahí se terminaba la carretera. En el pueblo no había mucho que ver, y seguí por la pista que lleva al siguiente pueblo del valle, Rasal. Me costó media hora el tramo de pista de unos 8 km., y ese rato estuvo adornado por lluvia, granizo y lluvia fuerte. Finalmente descampó y descubrí que Rasal tampoco tiene gran cosa, aunque sí una carretera asfaltada que sale a la A-1205. En el cruce tomé a la izquierda y pasé junto a Yeste, Triste y Santa María de la Peña. Por ahí hay un restaurante de carretera que sólo funciona los fines de semana, El Jabalí, pero a las 15:40 no me quisieron dar de comer. Hambriento y frustrado seguí hacia Puente la Reina de Jaca, y vi luz en el restaurante Anaya (¡aquel donde vi servir comida a unos que llegaron hacia las cuatro y media!). Pero seguía en la puerta el cartel de cerrado por vacaciones? Enfrente entré en el Hostal del Carmen, pero era tarde. El tercer establecimiento sólo ofrecía bocadillos fríos. Volví a la carretera y paré en Berdún, Restaurante La Trobada. No llegué a comer el menú por poco, pero al menos había la opción de bocadillos calientes. Tomé algo intermedio, un plato de huevos fritos con jamón que me dejaron el cuerpo aceptablemente, y poco después de las cinco seguí camino hacia el baño, donde esperaba Merche. Seguimos a remojo hasta después de la puesta del sol y nos secamos con las últimas luces.

Como los paseos debían reservar unas horas para el baño, las distancias no podían ser grandes. En estos cuatro días el coche ha recorrido 1.225 km.

7.10.04

40-2004-Huesca y accidentes.

La semana 40 está entre las mejores del año. Ha hecho buen tiempo y he disfrutado de él al aire libre.

El jueves salí con el grupo de botánica y nos dimos un paseo por una pista que nace en Goldáraz. No vimos plantas destacables ni setas comestibles. Incluso de las no comestibles o tóxicas había una representación muy pobre.

El viernes salí con otro grupo de seteros. Tanto decían que por la zona de Ulzama el año va malo que dejé la cesta en el maletero y únicamente cargué con la cámara de fotos. En la bolsa de plástico que cogí en un bolsillo no volvió ningún boletus (en los hongos, los del género boletus están entre los mas apreciados desde el punto de vista gastronómico, y los tóxicos -BOLETUS SATANAS, por ejemplo- son muy fáciles de diferenciar). A la vuelta aparqué en el garaje y no subí la cesta a casa. Me cambié de ropa y pasé por la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, en el Paseo de Sarasate. Ese día compré una enciclopedia de mariposas y unos libros de esos que me gusta hojear, acariciar y ver en la estantería, con tapas de piel o imitación y hojas de papel muy fino. Comprendían varias obras de Tolstoi, Balzac y Stendhal y es probable que jamás los lea (aunque seleccioné autores de prestigio indudable, que podría leer si de repente me encontrara con tiempo libre y alternativas menos atractivas). Al poco de dar las nueve, casi coincidiendo con el cierre de los puestos de venta, apareció Sos bastante puntual y fuimos en el autobús urbano 4 hasta Barañáin. Pronto llegamos al Bar Restaurante Mi Ranchito, en C/ Nicanor Beistegui 8, 948 365 496. Copio de su publicidad que "Le invita a degustar nuestros platos típicos colombianos: Bandeja paisa - Sancocho de gallina - Sobrebarriga - Tamales - Cazuela de mariscos - Mondongo - Churrasco y otros. Para picar: Empanadas - Maduro aborrajado - Chorizos - Papa rellena - Pandebono - Buñuelos - Jugos tropicales y nuestras bebidas y refrescos. Preparamos Lechonas y comidas para ocasiones especiales. Tenemos menú diario."

Empezamos con unas empanadas. Llevan carne picada en el interior y el exterior está hecho con harina de maíz. Se les puede añadir según el gusto una salsa picante muy suave u otra picante suave (que hubo quien la encontró fuerte), y están muy buenas. Los acompañamos de refresco de manzana, con color rosado y sabor muy ducle. Tenía cierto regusto a manzana, pero entre su fórmula lo más parecido a esta fruta eran los "aromas naturales y artificiales". Bueno para probar, creo que no repetiré. Haciendo tiempo mientras esperábamos a Maribel nos tomamos un chupito de aguardiente. No estaba mal, pero aunque tendría entre 25 y 30 grados, prefiero bebidas con menos alcohol. La cerveza de después, de 4 grados, aunque algo corta de sabor y de cuerpo, estaba mejor. Llegó finalmente Maribel con su marido y pedimos más empanadas. Luego, plátano aborrajado, que es una pieza de buen tamaño de pasta de rebozar frita, con plátano y queso en su interior. Resultó también muy nuevo y también me gustó. Probamos unas tostadas de plátano verde, aplastado, frito y crujiente, igualmente bueno. Luego sacamos un par de roscas de pan de queso, que resulta un bocado contundente. El sabor es bueno, pero con media rosca cada uno teníamos suficiente porque parecía un plato muy poco dietético. También probamos el chorizo con arepa, de sabor distinto al que estamos acostumbrados y también bueno. Y terminamos bebiendo unos vasos de aguapanela (agua con panela -lo que se extrae de la caña de azúcar- disuelta, quizás llevase algo de zumo de limón. El color recordaba al té), que también estaba buena. Con los estómagos bien llenos paramos de comer, y pienso repetir la visita. Fueron varios descubrimientos para el paladar y, excepto el refresco de colorantes, aromas y conservantes, estoy dispuesto a repetir de todo y a probar otros platos. Lo de los cuatro sumó 42'90. Después seguimos en el mismo ambiente: bar Añoranzas, un poco ruidoso y con vídeos en pantalla gigante, Punta Cana, lleno de gente bailando música latina, y Merlín, donde yo era el único a la vista que no parecía colombiano. Noté, aunque no de forma muy acusada, la sensación de sentirse diferente, y que hacía tiempo que no experimentaba. He de remontarme a la infancia, más abundante en temores y complejos, para recordar algo parecido en el primer día de curso o al cambiar de colegio. Sos tenía amigos y conocidos allí y pronto nos integramos en un par de corros.

Me retiré antes de lo deseado porque ya tenía programa para el día siguiente. Poco después de las ocho y media recogía a Luis y tomábamos la N-240. Paramos a almorzar en Puente la Reina de Jaca, en el Hostal del Carmen (el de la semana anterior estaba cerrado por vacaciones. Preguntamos por la comida y dijeron que servían hasta las cuatro). Seguimos hasta Jaca y, en la rotonda de la gasolinera, tomamos la primera salida, hacia Bernués. Muy pronto pasamos junto a una casa con una alta torre fortificada. Di la vuelta y en el camino, medio oculto por el ramaje de un árbol, leí el previsible "Camino particular. Prohibido el paso". Como en el camino no podía dar la vuelta, seguí adelante. Un pastor alemán hacía mucho ruido pero estaba atado con cadena. Pronto se abrió una ventana en un edificio de menos categoría, con fachada cubierta de hiedra, y se asomó una mujer de entre 50 y 60 años que hizo callar al perro. Yo saqué la cámara pero el gesto claro de la guardiana, moviendo el dedo índice y todo el antebrazo de izquierda a derecha, me hizo entender que las fotos no le apetecían. Entré en el coche, salimos de la propiedad y para cuando llegué a la carretera se me ocurrió la respuesta, pero era ya tarde. En la próxima ocasión espetaré a quien se me plante delante algo del estilo "Y esto? ¿Por cuánto se vende?". Orillé el coche en la carretera y saqué desde lejos las fotos que me dio la gana, acercándome con el zoom.

Seguimos camino y nos desviamos para tomar una carretera hacia un parador. Hay un bar, columpios y una buena vista hacia arriba de la peña Oroel y hacia abajo de Jaca y el valle, y al fondo los Pirineos. La carretera, de rango mínimo, continúa y otro día veremos qué paisajes esconde. Regresamos a la carretera y seguimos ascendiendo por el puerto de Oroel (1080 m.). De vez en cuando había alguna casa aislada cerca de la carretera, cerrada, ruinosa o abocada a la ruina. Son bellos ejemplos de arquitectura popular, caracterizados por sus enormes chimeneas circulares. Nos detuvimos en Bernués, donde alternan las casas en ruinas con las que se han mantenido habitadas, y con las que se están rehabilitando. La que luce un azulejo que señala "Carcel Publica" está entre las últimas. Al llegar cerca de la iglesia vimos a un septuagenario con pintas de albañil que enseguida nos preguntó si queríamos verla por dentro. Entonces se presentó como el cura, y en poco rato nos contó que llevaba otras muchas parroquias, incluyendo el monasterio de San Juan de la Peña, y que se esforzaba en eliminar las goteras y frenar el deterioro poniendo no sólo su trabajo, sino también dinero de su modesto sueldo. Nos mostró cómo iba saneando las paredes de la sacristía y poniendo yeso nuevo, nos habló de su dieta frugal y de sus horarios (a las 11:30 ya había leído el breviario y trabajado un buen rato y tenía seis misas para el día). En aquellos pueblos tan lejos de todo y con tan poca población, más resultaba un cura asilvestrado que rural, viviendo a su aire y reuniendo en su discurso los tópicos del carácter aragonés: nobleza y terquedad. La iglesia, de dimensiones modestas, tiene un retablo barroco con angelotes que tañen instrumentos de cuerda y un púlpito adosado a un rincón. En el atrio, entre muebles, cacharros y sacos de yeso, había sobre una silla unas cajas de cartón que yo no había visto jamás pero que identifiqué en el acto: "THIS SIDE UP. - ENSALADA DE ACEITE DE SOJA. - ALIANZA PARA EL PROGRESO - OBSEQUIO DEL PUEBLO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA - NO SE PUEDE VENDER NI CAMBIAR - WEIGHT: NET 46.2 POUNDS 20.9 KILOS - GROSS 54.0 POUNDS 24.5 KILOS" y por la otra cara "THIS SIDE UP - SOYBEAN SALAD OIL - DONATED BY THE PEOPLE OF THE UNITED STATES OF AMERICA - NOT TO BE SOLD OR EXCHANGED".

Luego paramos en Botaya, donde saludamos al hermano de uno que había llegado hasta Perú. Botaya no está tan lejos, pero también cuesta mucho llegar: hay que subir un puerto y luego tiene una bajada de tres kilómetros por una carretera empinada, estrecha y deteriorada que se asfaltó por primera vez (y tal vez por última) hace muy pocas décadas. Visto de lejos es un pueblo bonito, que conserva tejados de piedra en casas de piedra vista cuyo color se confunde con el paisaje. Afortunadamente, para cuando ha llegado la inquietud restauradora, se ha desarrollado también cierta sensibilidad estética, y no hay casas de bloques de hormigón o muros revocados y tejados de uralita, sino que se mantiene la piedra vista en muros y láminas de piedra en tejados para las casas que se están rehabilitando ahora. Llama la atención el tímpano románico de la iglesia sobre una puerta alta y tapiada. La explicación está en un panel, al otro lado de la plaza: "La iglesia parroquial de San Esteban responde a una reforma barroca, efectuada en el siglo XVII, del anterior templo románico levantado en la primera mitad del siglo XII. Los sillares bien escuadrados, aunque de diversos tamaños, pertenecen al edificio primitivo y la mampostería de piedra apenas trabajada, a las obras de remodelación. La torre, adosada a la cabecera, es de planta cuadrada y presenta vanos en arco de medio punto en el cuerpo de campanas. El muro sur conserva las antiguas ventanitas románicas en arco de medio punto y el tímpano de la portada original. EL TÍMPANO. Esta magnífica pieza está destinada al adoctrinamiento de los fieles. Domina la representación del Pantocrátor o Cristo en majestad bendiciendo, sentado sobre la esfera celeste, con los pies sobre la tierra a modo de escabel y rodeado por la mandorla mística, que expresa su condición eterna y omnipotente. Está flanqueado por el denominado Tetramorfos, formado por los símbolos de los cuatro Evangelistas (el ángel de San Mateo, el león de San Marcos, el águila de San Juan y el toro de San Lucas) y una pareja de ángeles. Debajo, hay un crismón. Este monograma de Cristo y símbolo de la cruz contiene superpuestas las dos primeras letras de su nombre en griego, que son la X (ji) y la P (rho). Además, tenemos la I (iota), incorporada en el palo de la P, y la incorporación de la S latina, dando lugar a XPIS (Xristi). Hay que añadir las letras A (alfa) y W (omega), primera y última del alfabeto griego que remiten a la idea de eternidad propia de la divinidad, que es principio y fin de todas las cosas. Al mismo tiempo, la P es el Padre, la A es el Hijo y X es el Espíritu Santo, en referencia a la Santísima Trinidad y que juntas forman la palabra PAX. No podemos olvidar el carácter solar de este signo, que como tal aparecerá portado por un ángel el día del Juicio Final, ni su asociación con el cristianismo triunfante sobre los paganos desde la época del emperador Constantino, a quien se le apareció antes de la batalla de Puente Milvio (313). Los Apóstoles, testigos y divulgadores del mensaje de Jesús, se disponen a ambos lados en dos grupos de seis."

Ahora me disculpo por copiar un párrafo tan largo, pero me ha parecido que la explicación que ofrece es bastante clara y completa, y puede venir bien a ignorantes como yo. Y seguramente volveré a consultarlo, porque cada vez retengo menos.

Tras desandar la carretera de bajada seguimos en dirección a San Juan de la Peña. Era casi la una del mediodía y dimos un breve paseo, primero hacia el Balcón de Santa Teresa y luego en dirección opuesta, y desde ambos se contemplaba un amplio paisaje, hacia el sur y hacia el norte. El monasterio nuevo, de estilo barroco, está sufriendo un importante proceso de rehabilitación. Pegado a él se levanta una larga nave, con cubierta de cobre y amplias cristaleras, y es de esas obras que dentro de unos años se pondrá como ejemplo de barbarie contra edificios antiguos. Seguimos luego por la carretera del monasterio viejo, donde nos detuvimos un momento. Hicimos otra parada antes de entrar en Santa Cruz de la Serós para ver el pueblo y el monasterio desde arriba (quienes no lo conozcan deberían plantearse la visita a la zona), y la siguiente parada fue en Puente la Reina de Jaca, Hostal del Carmen, 974 377 005, donde un diligente camarero nos trajo:
Espárragos con jamón / lentejas (cuenco abundante, bien cocinadas)
Pollo en chilindrón (buen sabor) / salmón a la plancha (seco)
Natillas caseras, con canela en polvo y barquillo.
Cafés, total 21'94. Con no pedir pescado a la plancha se puede repetir.
El vino era un granel aceptable servido en botellas de Viñas del Vero 2002 (Somontano, todavía estoy por probar el primer vino malo acogido a esa denominación de origen), que conozco y aprecio (y que otros comentan mucho mejor en http://www.verema.com/comunidad/vinoscatados/vino.asp?vino=4184). Las etiquetas estaban recorridas por las líneas que deja la gota de vino al resbalar, indicio inequívoco de que habían sido rellenadas y vaciadas varias veces. El sabor estaba muy lejos de lo que correspondería al vino original y en un menú de ese precio es imposible incluir un vino así. Y, la prueba definitiva, ¡mejoraba al añadirle gaseosa!.

Tomamos ya la dirección de regreso, pero nos desviamos en un cruce que hay a la salida: "SANTA ENGRACIA 4". Santa Engracia de Jaca tiene algunos rincones pintorescos y un enorme lavadero que conoció mejores tiempos y que muy recientemente había servido para juegos infantiles: con barro y palitos habían hecho puentes y cercados. Poco después de las cuatro y veinte seguimos ya al destino principal, la poza de las aguas termales. Tomamos las aguas, hicimos vida social, salieron las estrellas y nos retiramos a casa.

El domingo recogí a Maribel junto a su casa y fuimos hacia Huesca por Sabiñánigo y el puerto de Monrepós. Antes de entrar en Huesca nos alargamos hasta Siétamo, que tiene algunos atractivos. "Siétamo es una villa de La Hoya de Huesca que se emplaza en las proximidades del río Guatizalema. Debe su nombre al Septimum Milliarium de la vía romana de Osca-Ilerda. Situado sobre una suave colina que le sirve de otero desde donde se domina toda la fértil campiña de esta zona de la Hoya de Huesca, su municipio aglutina las entidades de Arbaniés, Castejón de Arbaniés y Liesa. Su trazado urbano se articula con la calle de acceso a la plaza Mayor."

En la plaza, adosada a la iglesia, hay una gran casa, habitada y en perfecto estado. En su fachada hay un escudo en blanco, donde pone "AÑO DE 1853. SE IZO POR ORDEN DE DON MANUEL ALMUDEBAR", y tallado en la puerta "AÑO 1854". De ella dice el panel informativo: "Casa-palacio de la familia Almudévar, obra característica de la arquitectura civil aragonesa del Somontano Oscense. Adosada al templo parroquial, cierra la plaza, y en ella se ha gestado gran parte de la historia y literatura de la Comarca de La Hoya de Huesca durante los S. XIX y XX. Ha dado personajes como: José Mª y Manuel Almudévar, Silvio Kosty, Mª Cruz Bescós, José Antonio Llanas, José Cardús, e Ignacio Almudévar."

La iglesia estaba cerrada y desde el exterior no se apreciaba gran cosa. A ambos lados de la puerta hay sendos ejemplares de CATALPA BIGNOIDES (http://www.chlorischile.cl/cursoonline/guia10/fig39.htm, http://www.planthogar.net/enciclopedia/ficha.asp?id=451, http://www.granada.org/inet/warboles.nsf/wcomun/91E?opendocument), y del edificio se puede leer: "Templo parroquial dedicado a San Vicente Mártir, que fue construido por el maestro Martín de Zabala en el año de 1572. Edificio de sillería, de una nave de tres tramos cubiertos con bóvedas estrelladas. Tiene capilla mayor semicircular cubierta con exedra y una capilla a cada lado de la nave. Coro alto a los pies sobre bóveda de crucería. Torre en la fachada de dos cuerpos diferenciados, rematada por chapitel piramidal octogonal."

En la misma plaza está el ayuntamiento, "Casa Consistorial de diseño neo-aragonés que efectuó el Servicio de Regiones Devastadas. Alzada en el año de 1940, constituye un ejemplo de la arquitectura de este servicio. Da paso a una zona o barrio que fue levantado por el mismo Servicio de Regiones, sobre un modelo de casa doméstica que se aplicó en toda la Comarca de la Hoya de Huesca.".

Siguiendo por la trasera del ayuntamiento se llega a una ruinas, junto a las que hay un gran mural con una fotografía de lo que fuera el castillo, "Castillo-palacio del que sólo se conserva un lienzo de su barrera o muralla exterior con torreón cilíndrico de almenas en punta. Fue demolido y en el solar vacío pueden verse los arranques de muros y los cimientos de la torre del homenaje. Estuvo vinculado a la Casa Abarca de Bolea y en él nació D. Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda."

En el mismo solar se levanta un pequeño monumento más moderno, con símbolos inequívocos y un par de inscripciones muy ilustrativas: "NUESTRO PUESTO ESTÁ AL AIRE LIBRE ARMA AL BRAZO Y EN LO ALTO LAS ESTRELLAS (JOSE ANTONIO)", y "ALLI DONDE CORRIO LA SANGRE DE NUESTROS HEROES LEVANTAEREMOS MONUMENTOS (FRANCO)". Estos indicios apuntan a que el castillo se arruinó durante la guerra civil, y he encontrado la confirmación en internet:
http://www.aragoneria.com/castillo/sietamo.htm

Aquí se ofrece más información sobre Siétamo:
http://www.geocities.com/TheTropics/Cabana/6932/osca8.htm

Una pequeña semblanza biográfica del Conde de Aranda se puede encontrar en
http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/6300.htm
http://www.aragob.es/pre/cido/aranda2.htm
Sorprende las diferencias dependiendo de las fuentes. En la primera de estas páginas se dice que "?postura española respecto a la Francia revolucionaria. Aranda es partidario de la neutralidad pero el favorito de los reyes plantea una respuesta militar dirigida por el general Ricardos. El enfrentamiento entre ambos estallará en una sesión del Consejo de Castilla, el 14 de marzo de 1794, siendo Aranda detenido y desterrado a Jaén. El indulto se le concedió al año siguiente y el conde se retiró a Epila donde falleció.", pero en la segunda aparece más beligerante que neutral contra Francia: "Aranda sólo fue el brazo ejecutor de la expulsión de la Compañía, de la que no tuvo conocimiento hasta última hora. Incluso ayudó económicamente a algunos jesuitas en su exilio italiano. Aranda no vió con simpatía a los revolucionarios franceses, protegiendo a sacerdotes y monjes y declarando la guerra contra la Francia revolucionaria durante la crisis política de 1792."

Luego vimos una máquina de madera y metal cuyo uso desconozco. Parece preparada para introducir algo en su interior y hacerla girar a gran velocidad. Si alguien me pudiera decir qué es?

A continuación llegamos a la fuente y al lavadero. Si el sábado había visto un gran lavadero, éste no se quedaba atrás, y la fuente resulta muy caudalosa. De ellas dice el panel: "Fuente. Situada a la entrada de la población, se estructura con un arco rebajado sobre imposta moldurada. Es coetánea a las de Sesa, Casbas y Sieso y los sillares de su construcción son característicos del s. XVI. Pila de cinco caños bajo el arco, se cubre a cuatro aguas rematando en una acrótera incompleta, tiene abrevadero en lateral. Lavadero. Característica construcción de los núcleos rurales acomodados, que en evitación de bajar al río a lavar, construyeron un lavadero, de agua corriente y bajo cubierto de las inclemencias. Se trata de uno de los pocos supervivientes de la provincia Altoaragonesa.". Pero recuerdo haber contado los caños de la fuente, y eran seis, los que salen en la foto.

Tras el exhaustivo repaso al pueblo, que incluyó la constatación de que a los focos puestos para iluminar los restos del castillo les faltó una reja antivandálica y la contemplación de una enorme polilla negra, retrocedimos para ir a Huesca. En la plaza de D. Luis López había un "mercado medieval" (vendedores y puestos se disfrazan al estilo de las películas ambientadas en la Edad Media, y ofrecen productos artesanales o pretendidamente medievales. El de las hierbas medicinales podría encajar bien, quizás el de las almendras garrapiñadas, pero chirriaban mucho el de la encuadernación y, especialmente, el de las reproducciones de la publicidad de principios del XX). En un puesto de magrebís tomamos unos deliciosos tés con menta y probamos un pastelito. Muy cerca está la plaza de San Pedro, donde se encuentra la iglesia románica de San Pedro el Viejo, que no se puede visitar en domingo. Nos asomamos porque estaban en misa y me quedó claro que hay que visitarla con calma. Su claustro tiene mucha fama.

Junto a la iglesia hay un pequeño patio con unas fachadas muy pintorescas, que me recordaron a la página "13 rue del percebe" de mis lecturas infantiles. Seguimos subiendo en busca de la catedral que, por fin, encontré abierta. Poco duró la alegría, porque recién entrados un cura empezó a dar voces: "¡Se va a cerrar!" cuando no habían dado la una menos cinco. Es otra visita que tengo que repetir, porque el retablo gótico tallado en piedra merece ser admirado con detenimiento. Hay también un altar de plata, y en un extremo del crucero un grandioso órgano neoclásico o posterior. Ya en el exterior, la fachada es imponente, con un principio posiblemente del S. XIII (tímpano sin divisiones horizontales) y un final quizás del S. XV con adornos de estilo isabelino. En el centro hay una figura de la Virgen y, a sus pies, una figura decapitada que me recuerda mucho a un capitel románico de la iglesia de Tirgo (La Rioja), del que el correspondiente panel dice: "Las cuatro medias columnas que refuerzan el ábside poseen también capiteles, entre los que es obligado mencionar el decorado con el tema simbólico de la lujuria mediante una figura de mujer desnuda, cuyos pechos son succionados por dos serpientes a las que ella sujeta con las manos." Esto lo vi el sábado de la semana 34 (21 de agosto de 2004).

En el otro lado de la plaza se encuentra el ayuntamiento, un edificio de ladrillo también notable, con unos aleros muy destacables. Puedes ampliar información en la página oficial del ayuntamiento: http://www.ayuntamientohuesca.es/000_estructura/index.php?id=1548

No muy lejos se encuentran los restos de las murallas de la ciudad y la iglesia de San Miguel, un pequeño edificio gótico que encontramos cerrado.

Fuimos luego a comer. Paramos en el Restaurante 1900, C/. Padre Huesca 73, teléfono 974 244 858, http://www.restaurante1900.com/ y tomamos:
Salpicón de marisco / canelones.
Solomillo de cerdo con salsa de setas y patatas fritas.
Mousse de fresa.
Infusión y café, total 20'90 euros.
El vino era muy corriente y, naturalmente, sobró bastante. Tuvimos que pedir una segunda botella de gaseosa.

Como habíamos ido por Sabiñánigo, regresamos por Ayerbe. A la altura de Riglos nos detuvimos en Murillo de Gállego. Hacía tiempo que tenía ganas de parar ahí porque desde la carretera se ve una gran pared en la iglesia, necesaria para construir en un solar con mucha pendiente. Hay buena información sobre ella (y también fotos del interior, que no pudimos ver) en
http://www.romanicoaragones.com/4-Cinco%20Villas/990494-Murillo.htm.

El pueblo en su conjunto está muy bien. En este momento resulta un poco incómodo porque las obras de saneamiento y gas tienen muchas calles levantadas, pero hay interesantes ejemplos de arquitectura popular y una pequeña iglesia en lo alto con una galería orientada al sur. En algunas casas se ha puesto su nombre con azulejos, y llama especialmente la atención "CASA MATACURAS". Vi por primera vez unos frutos parecidos a nísperos, pero colgaban de una enredadera. Afortunadamente quedaba una flor, que reconocí como PASSIFLORA (quizás PASSIFLORA INCARNATA, uno de los mejores remedios contra el insomnio http://www.consumer.es/web/es/nutricion/salud_y_alimentacion/plantas_medicinales/2001/04/18/35261.php, aunque en http://www.inbio.ac.cr/bims/k03/p13/c045/o0253/f01584/g008563.htm se recogen más de 50 especies del género PASSIFLORA, flor de la pasión). Y abundaban en el pueblo las plantas de beleño, que nacían en cualquier grieta del suelo o de las paredes (a falta de flores no me quedó claro si era HYOSCYAMUS ALBUS o HYOSCYAMUS NIGER, pero me inclino más por el primero) y las de cohombrillo amargo, ECBALLIUM ELATERIUM (http://www.hoseito.com/FLORES%20SILVESTRES/Ecballium%20elaterium.htm)

Por encima de la altura de los Mallos se ven unas ruinas, de la ermita y el castillo de Marcuello, en el término municipal de Sarsamarcuello, destino para una próxima excursión.
http://www.pueblos-espana.org/aragon/huesca/sarsamarcuello/Ermita+y+Atalaya+de+Marcuello/
http://www.castillodeloarre.org/amigos/006-Imagenes-0004-Marcuello.htm

En lo alto del pueblo se encuentra la segunda iglesia, de arquitectura mucho más modesta. Se asienta sobre la roca, y a su alrededor se encuentran talladas varias sepulturas de distintos tamaños.

Desde allí se divisa el valle, y en él se mezclan los cultivos tradicionales con las nuevas formas de obtener ingresos en la zona. En el pueblo se asientan varias empresas de ocio y aventura que harían pensar a cualquiera que viniera del pasado (o de un presente del tercer mundo) que aquí estamos todos locos: paintball (http://www.paintballmurillo.com) en un olivar, arborismo y puenting (http://www.verticalia.org/), rafting (http://www.ur2000.com/), y de vez en cuando pasa un quad atronando por la carretera.

Poco antes de las seis seguimos camino. Nos detuvimos en Puente la Reina de Jaca a tomar algo y de ahí nos fuimos al baño, que duró hasta poco después de las nueve. El regreso empezó normal, pero después de Monreal, en el cruce de Campanas, nos encontramos con muchas luces azules y ámbar: accidente grave con policía, bomberos y ambulancia.

El Diario de Navarra del lunes y el Diario de Noticias del martes recogían las circunstancias en las que hubo una muerta y un herido grave en un coche y un herido leve en el otro en un accidente producido a las nueve menos cuarto.
http://www.diariodenavarra.es/actualidad/noticia.asp?not=2004100401453325&dia=20041004&seccion=navarra
http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2004/10/05/sociedad/navarra/d05nav13.119077.php

Pocos minutos después, al dejar la Ronda Oeste para entrar en la Avenida de Aróstegui, volvimos a ver luces y bomberos: un atropellado grave y tres coches que chocaron en cadena contra el primero. Ya con mal cuerpo dejé a Maribel en su casa y, minutos antes de llegar a la mía vi el tercer accidente en el cruce de Cuatrovientos. En este caso era sólo de chapa. Aparqué en mi garaje y para cuando llegué a pie ya estaban terminando de retirar los vehículos.

El fin de semana se saldó para mí con 725 kilómetros, y coche y pasajeros intactos.