DOMINGUERO

Viajes de fin de semana con origen en Pamplona

28.12.04

52/2004 El regreso a casa

El miércoles 22 vi en el paseo por el puerto el crucero ORIANA. En castellano hay algo sobre él en http://www.vigoenfotos.com/b_trasatlanticos.html, y resulta muy curiosa la anécdota de http://www.cruceromania.net/foros/viewtopic.php?p=186 donde se cuenta que:
El Oriana es uno de los barcos de crucero de la compañía P&O. Ha venido en varias ocasiones a la coruña y bucenado hoy por la red me he encontrado esto que copio literalmente

" Allá por los 70 Sting hizo varios cruceros a bordo de este barco. Era el integrante de una de las bandas que amenizaban las cenas de los pasajeros. Cuenta en sus memorias que por su rebeldía (no vestía en las actuaciones los zapatos del uniforme sino unas zapatillas deportivas) y por las desavenencias que se granjeó con un sobrecargo durante el trayecto, estuvieron a punto de desembarcarlo y, como castigo, hicieron tocar a toda la banda -mientras casualmente bordeaban la costa española- para la extraña tripulación que se ocupaba de las máquinas en lo más profundo del buque (a donde ellos mismos tuvieron que llevar todo el equipo, incluyendo piano y batería). "

La página oficial (en inglés) del barco es http://www.pocruises.com/ships/orianaMicrosite/home.htm
y puedes contemplar la vista en tiempo real desde el puente de mando en el enlace a su webcam http://www.pocruises.com/ships/oriana/webcam/home.htm

También estaba el velero Alexander Von Humboldt que he mencionado en otras ocasiones.

Por la tarde asistí a la primera parte del concierto de la banda municipal de música. En el intermedio empezó a llover y me refugié en el cibercafé. Sólo caminé 6'74 km.

El jueves 23 me di la última vuelta de despedida por el puerto. No había gran cosa, sólo el velero ALVA, (38 camas, 44 metros, año 1939), en venta por 950.000 dólares. http://www.aelva.se/english/forsale.html.

A la una cogí el autobús de Santa Catalina al aeropuerto para facturar (22'5 kilos, más del doble que a la ida) y esperar a que el vuelo saliera a las 14:55. Pasado el control de seguridad pensé en comer y me puse a la cola del self-service. Eramos pocos, pero entre servir despacio y estar ausente el cobrador vi que pasaba el tiempo y no me acercaba a la comida. Dejé el pan, la cerveza y la bandeja en su sitio y me marché a una especie de cafetería, donde me dieron el siguiente ticket:
FOOD COURT AIRE CAFÉ RITAZZA
SSP AIRPORT RESTAURANTS S.L.
AEROPUERTO LPA

CIABATTA TORTILLA 3'95
PANINI MOZZ/TOM/ALBA 4'15
TROPICAL JARRA 3'35
Subtotal 11'45

Eso responde a dos bocadillos calentados, gomosos e insípidos con una cerveza en vaso de plástico. No sé si me voy cargando de manías y rarezas, pero la comida relacionada con los aviones la voy encontrando dudosamente apta para consumo humano.

El avión salió puntual y aterrizó en Madrid poco después del ocaso. En las dos horas y media que tenía que esperar hasta el vuelo de Pamplona pregunté lo primero si habían llegado los vuelos anteriores o si por el contrario había niebla. Despegó puntual y poco antes de las diez salía al frío de la pista, barrida por el gélido viento de nuestra tierra. El asa extensible del bolso llegó muy dañada, de la negligente manipulación que hacen de los equipajes.

El viernes 24 fue un día tranquilo y hogareño y nos juntamos una docena a cenar en casa de mi suegra. El sábado evité la calle y, con la nevada que cayó por la noche, el domingo apenas salí a comprar el pan y el periódico. El lunes 27 vuelta al trabajo. En la oficina la calefacción resulta a veces ligeramente insuficiente, aunque lo más habitual es pasar frío en verano y calor en invierno.

Y así queda cerrado el año 2004. El próximo fin de semana empieza 2005 y, salvo temporal de nieve u otros imprevistos, saldré el domingo a ver cosas.