DOMINGUERO

Viajes de fin de semana con origen en Pamplona

24.9.04

38/2004 Virgen de la Peña y Lourdes

Coincidiendo con el otoño, y el inicio del curso las actividades de fin de semana van aumentando.

El jueves tuve la habitual salida al campo con el grupo de botánica. Fue un agradable paseo por Iribas, viendo algunas plantas y los primeros hongos de la temporada, todos pequeños y la mayoría no comestibles.

El viernes salí con un grupo y profesora a buscar hongos por la zona de Ulzama. La cosa no pasó de un paseo por el bosque de hayas, donde también había algunas zarzas y espinos (RUBUS FRUTICOSUS y CRATAEGUS MONOGYMA), que pinchaban y arañaban igual en latín que en castellano. Muy ocasionalmente vi alguna seta pequeña que, no estando entre mis conocidas, dejé en el sitio. Regresé con la cesta completamente vacía, pero no fui el único. Sólo la profesora traía media cesta, con diversos ejemplares para enseñar y aproximadamente una docena de BOLETUS LURIDUS (http://www.micologia.net/colaboradores/boletus/htm-boletus/luridus.htm) para comer. Al ser un hongo que se parece bastante al tóxico BOLETUS SATANAS (http://usuario.tiscali.es/mikel.tapia/Perretxikoak/Argazkiak/Boletus%20satanas.htm) nadie mostró interés por ellos y terminé preparándolos fritos a fuego suave para cuando Merche volvía el sábado del trabajo.
Al volver de las setas dejé el coche en casa y me fui para el centro, donde había quedado con Koldo, Alberto y Esther para ir a cenar gastando unos premios de lotería. Pobre fortuna fue la nuestra, que con más de un premio en vez de poder comprar coches o billetes para un crucero, sólo nos alcanzó para un menú de primero, segundo y postre.

Primero buscamos un restaurante que anunciaba comida rusa en la calle San Nicolás. Debió cambiar, porque no lo encontramos. Pensamos también en un restaurante mexicano, pero quedaba lejos, y finalmente optamos por el Restaurante San Fermín, en San Nicolás 44-46, 1º Dcha. Tenían carta y un menú de 24 euros que, sin estar mal, me pareció que no valía más de 18 tomando como referencia lo que suelo pagar los fines de semana. El pastel de pescado de primero no estaba mal (es un plato que nunca está mal. Otros comieron ensalada y revuelto de ajos y gambas. De segundo tomé chuleta de ternera con salsa de hongos, y la chuleta, que no tiene demasiado misterio, estaba bien. La salsa me defraudó: le faltaban cuerpo, sabor y hongos. El ciervo obtuvo comentarios de aprobación, pero no lo probé, bastante trabajo tenía con mi chuleta. De postre tomé crepes con chocolate. Los cafés costaban 1?50 euros por encima de los 24, y facturaron 10?50 en concepto de licores para tres, total 112?50. Todavía quedaba un poco de dinero y fuimos a tomar algo.

El sábado salí con Luis con un retraso ya previsto de media hora. La semana anterior habíamos pasado junto a un cartel, a las afueras de Salvatierra de Esca, que indica ?Virgen de la Peña 8 km.?. Tomamos el almuerzo habitual (café, manzanilla, tortilla de patata) en el Hostal Latorre de Liédena, vimos desde la carretera el estado de las aguas termales y, al poco de atravesar Salvatierra aparcamos el coche al principio de la pista, nos pusimos las botas y cogimos agua. A los pocos minutos vimos que un sendero, indicado con un cartel, se separaba de la pista y se dirigía a la ermita más directamente. La pendiente que se presentaba desde abajo era muy fuerte y preferimos seguir por la pista. Fuimos ascendiendo y en algún momento parecía que no iba a haber 8 km., pero lo cierto es que el tiempo iba pasando y mi cuentakilómetros avanzaba. Al llegar arriba marcaba 8?3, y eran las 13:11 (habíamos salido a las 10:48) y prácticamente habíamos subido 700 metros (685 de acuerdo con mi altímetro). En la cima, sobre una base muy firme de roca caliza, hay una ermita con un aljibe cubierto que recoge el agua de lluvia del tejado. La vista era excepcional, ya que el día estaba completamente despejado y el aire bastante limpio. Los buitres planeaban por debajo, de vez en cuando alguno pasaba más cerca, y estuve un buen rato haciendo fotos desde el vértice geodésico. En el buzón pone ?Virgen de la Peña. Altura 1294 m. S.C.D.R. Anaitasuna. Iruñea 13-4-79?. Para la bajada optamos por el sendero. Cuando llegábamos arriba pregunté a unos que bajaban y me dijeron que el sendero estaba muy marcado y que la pendiente era suave. Desde arriba se veía la línea del sendero, que descendía en zig-zag. A pesar de todo, antes de llegar abajo ya notaba las rodillas bastante cargadas. El ahorro en distancia era de aproximadamente un kilómetro, pero el camino de subida ofrecía mejores vistas y estaba algo más ventilado; en cambio el sendero, muy pegado a una ladera muy empinada, acumulaba calor. Esa era precisamente la zona que los buitres empleaban para subir en espiral aprovechando las corrientes térmicas ascendentes que se forman por efecto del calentamiento.

Llegamos al coche poco después de las tres y diez, y estábamos lejos de todo restaurante conocido. Además, yo tenía una cita a las siete en Pamplona y antes queríamos darnos un baño. Me resigné al plan que parecía más eficaz, que era ir directamente a bañar y, tras ello, parar en Liédena a comer un bocadillo a media tarde, ya de vuelta. Pero al pasar por Salvatierra de Esca vimos al borde de la carretera un cartel que anunciaba el Restaurante Casa Miguela. Cambié los planes sobre la marcha y metí el coche por una estrecha cuesta arriba. Preguntando un par de veces encontramos el restaurante y nos sentamos a las 15:32. La carta no estaba mal, pero un menú del día de 10 euros era mucho mejor, así que preguntamos por el menú. Las opciones eran mínimas, pero suficientes: de primero tenían garbanzos y patatas con tomate. Elegimos las patatas y nos trajeron dos buenos platos de ensalada de patata cocida, con tomate, atún y cebolla. Estaba muy buena. De segundo había filete de ternera y San Jacobo (filete, queso y jamón todo ello empanado). Pedimos uno de cada y también quedamos satisfechos. De postre tomamos flan casero. El vino era adecuado al precio, tirando a insípido, y la gaseosa de litro (Landa, de Sangüesa) se quedó temblando. Los cafés salieron a 60 céntimos, y aunque el IVA no estaba incluido, la cuenta no pasó de 22?68. Es una opción muy buena en una zona donde hay distancias considerables entre pueblos con dotaciones hosteleras. Repetiremos.

Luego nos bañamos en agua caliente, bastante turbia por la gente que había, y en agua mezclada que con el calor resultaba perfecta, y a las siete me encontraba con que el aparcamiento subterráneo más próximo al lugar de la cita estaba completo. Busqué en otra parte y llegué con veinte minutos de retraso, pero no el último.

La jornada terminó con los hongos que preparé a última hora.
Jueves, viernes y sábado sumaron 550 km.

El domingo recogí a Consuelo a las ocho y media y a Sos pasadas las nueve menos cuarto. Lo que tenía previsto era visitar algunas de las muchas cosas que se pueden ver en la provincia de Huesca y, a la vuelta, darnos un baño caliente. Paramos a almorzar en Jaca y aprovechamos para dar una vuelta y visitar la catedral. Primero vimos la estatua de Ramiro I, que me trajo a la memoria la leyenda de la Campana de Huesca, de Ramiro II:

<Siendo rey Ramiro II "El Monje", los nobles y potentados de su reino no le eran del todo fieles y no tenían gran confianza en su gobierno. El monarca preocupado ante esta situación decidió consultar al abad de su antiguo monasterio para ver como resolver el problema. Éste, prácticamente sin palabras, le mostró como cortaba en su huerto las coles que destacaban excesivamente sobre las demás. Así, Ramiro II sacó sus propias conclusiones.
Convocó en 1136 a los nobles a Cortes en Huesca para comunicarles que iba a hacer una fabulosa campana que se oyera en todo el reino. Y ciertamente sonó en todos los sitios, ya que conforme los nobles llegaban a su palacio los fue decapitando uno a uno, para después colgar sus cabezas en un sótano de la residencia real.
La imagen de esta masacre es estremecedora y por supuesto inventada, aunque está contrastado históricamente que en una ocasión se sublevaron ante su poder siete aristócratas, y el rey, por muy monje y cristiano que era, no dudó un instante en mandarlos ejecutar.>>

Otra versión de los mismos hechos, contada de manera desenfadada y coloquial, está en http://www.lapaginadefinitiva.com/historia/histeria/84.htm

La catedral de Jaca es una importante obra de estilo románico con añadidos posteriores. En la zona del altar se sitúa el órgano, y hay una bóveda decorada con frescos de Bayeu, el cuñado de Goya. Pero de la parte artística te puedes documentar por tu cuenta, lo que no figura escrito son los tres mendigos que vigilaban las dos puertas, y el señor de aspecto normal y edad de jubilado que me abordó en el interior diciendo algo así como ?Señor, ¿me puede dar alguna moneda para un café?. En el exterior vimos que saludaba a un vecino y pensamos que quizás en su casa lo manden a la calle sin dinero y él busque así la manera de tomarse algo más que café en el bar.

De Jaca nos dirigimos hacia el norte y al llegar a Canfranc nos metimos en el túnel. Tras nueve kilómetros de túnel aparecimos en Francia. Siguiendo la carretera descendimos durante un buen rato, y como los franceses comen muy pronto buscamos algún sitio para parar. El primero se nos hizo caro y, como teníamos algo de margen, seguimos adelante. En las afueras de Oloron me fijé en un sitio con faroles rojos y entramos. No era el restaurante chino que parecía, sino vietnamita, mejor todavía (semanas atrás habíamos intentado cenar comida vietnamita en un restaurante oriental de Pamplona y nos sacaron platos chinos). Había un menú de fin de semana de 14 euros, y pedimos ensalada vietnamita y nem, que se parecen a los rollos de primavera, pero que se comen envolviéndolos en hojas de lechuga y aderezados con unas hojas de menta. Luego trajeron una fuente de arroz y los segundos que cada uno pidió (pollo con curry, langostinos, y para mí sepia picante). Como el menú no incluía bebida, pedimos una jarra de agua. Parte de ella fue a parar a mi pantalón, porque el diligente dueño-camarero le dio un mal golpe a mi copa y su contenido se derramó hacia mí. ¡Menos mal que no era vino!. Sólo había ocupadas otras dos mesas, una con dos mujeres y un par de niños pequeños, todos con rasgos occidentales pero que manejaban los palillos con destreza. En el otro extremo había una pareja, y nosotros pedimos tenedores porque nos falta mucha práctica con los palillos. De postre pedimos plátanos fritos flambeados (pagando un suplemento de dos euros) y con los cafés pagamos 49 euros.

Seguimos hacia Lourdes y paramos poco antes en Lestelle-Betharram, que no conocíamos y resultó ser también un lugar de peregrinaje con una iglesia muy interesante. En un rincón hay placas de mármol de distintos tamaños y épocas, todas ellas reflejando el agradecimiento de quienes las encargaron. Unas son más extensas, otras más escuetas. Varias dicen simplemente ?MERCI?, una resulta muy clara (?MERCI 1914-1918?), y entre las demás se pueden citar: ?Hommage de reconnaissance à N. D. De Betharram. Une famille de Limoges. 1870?, ?PROTEGEZ-LES J.B.?, ?Hommage de reconnaissance et d?action de grâce à Notre-Dame de Bétharram pour une grâce bien précieuse. C. 6 avril 1879?, ?A LA REINE DU CIEL MIRACULEUSE guerison du pied droit Bétharram le II/II 1893. LOIR-MONGAZON chef de Bon. Au 139 d?infie.? (?Homenaje de reconocimiento a Nuestra Señora de Betharram. Una familia de Limoges. 1870.?, ?PROTEGEDLOS J.B.?, ?Homenaje de reconocimiento y de accion de gracias a Nuestra Señora de Betharram por una gracia muy preciosa. C. 6 de abril de 1879?, ?A LA REINA DEL CIELO MILAGROSA curación del pie derecho. Bétharram, 2-II-1893. LOIR-MONGAZON, jefe de batallón en el 139 de infantería?). No todas las placas son antiguas, hay una de 1990 y la más moderna dice ?PER GRAZIA RICEVUTA, MERCI. ROSARIA SCALIA 23 LUGLIO 1998?.

http://www.geocities.com/~betharram/matcat/betharr.html
http://www.betharram.com/main/base_sp.htm se centra en el aspecto turístico.
http://www.betharram.org/espanol_gen.htm es la página oficial.
http://www.betharram.fr/ está en francés.

Seguimos viaje y, aunque nos costó aparcar, veinte minutos después entrábamos en Lourdes.
Ver http://www.lourdes-infotourisme.com/espagnol/bienvenue.htm
Había muchísima gente, y unos amplios círculos formados en su mayoría por carritos para inválidos donde se rezaba el rosario en distintos idiomas. Cerca de la piscina me llamaron la atención unas sillas metálicas que tenían pintado en el respaldo el mensaje de algunos donantes (?A mon époux Robert CAUTINEAU, 1922-1995, ???ournai ? Belquique?, ?Carolina PASCAL, l?an 2000?, ?To a beloved nan Elsie Roberts?, ?Dono famiglia BERTI Domenico PAVI. Lourdes 4-2001 Italia?). En una especie de estufas especiales ardían enormes cantidades de velas y numerosos cirios gruesos. En ellas se puede leer, en letras caladas que el humo no puede ocultar, y en varios idiomas, ?CETTE LUMIERE PROLONGE MA PRIERE? (?Esta luz prolonga mi oración?).

Visitamos la basílica, que tiene las paredes cubiertas de agradecimientos grabados en el mármol, y luego vimos una larga procesión, con enfermos y sanos, religiosos y seglares, que hubieron de aligerar el paso cuando empezó a llover. En el momento de aparcar yo tenía mis dudas y opté por dejar el paraguas en el coche, en ese momento lo eché en falta. Durante un rato hubo una lluvia fina que arreció en algunos momentos, pero finalmente paró, cuando ya habíamos cogido algo de humedad. Salimos hacia la calle principal, donde están la mayoría de las tiendas de recuerdos y artículos religiosos, y entre el tráfico de coches que subían nos llamó la atención un autobús inglés muy especial, de dos pisos y con luz azul arriba: el primer autobús-ambulancia que veíamos, de la empresa JUMBULANCE (http://www.jumbulance.org.uk/).

No había tiempo para visitar el castillo, que mantiene partes desde el siglo XI y que desde entonces ha estado en uso, sufriendo adaptaciones y reformas hasta mediados del siglo XIX. Se habla de él en http://www.lourdes-infotourisme.com/espagnol/visites/chateaualourdes.htm

Aparte de mis fotos puedes ver las de un profesional en http://rpeyre.free.fr/lourdes/

Cerca de las siete de la tarde emprendimos el regreso. Disfrutamos de las carreteras de montaña, del escaso detalle de mi mapa de carreteras de Francia que hizo que desde Oloron nos dirigiéramos hacia Belagua (por Arette y el puerto de la Piedra de San Martín -1750 m.-, con la amenaza de una niebla que estaba pocos metros por encima de nuestras cabezas). Después de pasar por Aramits (había carteles alusivos a los tres mosqueteros) y llegar a Arette dimos media vuelta ante la perspectiva de 23 km. hasta la frontera, y los kilómetros de bajada del puerto por el lado español. Nuevamente en Oloron, cogí la salida correcta en la glorieta (¡cómo eché en falta el navegador GPS!), y pasadas las nueve entrábamos en el túnel internacional de Canfranc. El plan primitivo de tomar un baño termal a la vuelta se había visto superado por el horario y paramos a echar gasoil en Jaca y a tomar algo y estirar las piernas en Puente la Reina de Jaca. Tras dejar a los pasajeros en sus casas llegué a la mía hacia las once y media. Fueron 607 km.